Dependiendo de dónde estuvieras en 1948, la guerra que estalló tras la declaración de independencia israelí fue una guerra de autodeterminación, de soberanía, de liberación e incluso de catástrofe (“nakba” en árabe).
Al final de la guerra, Israel perdió un 1 % de su población, incluidos 2000 supervivientes del holocausto.
Unos 700 000 miembros de la población árabe se exiliaron o habían huido del país, y más de 15 000 perdieron la vida. Y en respuesta a la victoria israelí, más de 850 000 judíos residentes en Irán y países árabes de Oriente Próximo y el norte de África fueron expulsados de sus hogares.