Para producir aplicaciones que sean utilizadas en todo el mundo una persona debe poseer varias cualidades: pensar a lo grande (es decir en un producto que no sea solamente para Israel) y, especialmente, ser muy creativo para ofrecer algo muy innovador que ayude a los usuarios. Durante muchos años los judíos y el Estado de Israel han sufrido el boicot de países del mundo por lo que una aplicación existe en la nube y no necesita ser transportada ni distribuida (acción que facilita la tarea de los que quieren boicotear a Israel). En la actualidad, Israel es potencia mundial en el desarrollo de aplicaciones.